No le evitéis a vuestros hijos las dificultades de la vida, enseñadles más bien a superarlas.
TERAPIA FAMILIAR
¿QUÉ ES LA TERAPIA FAMILIAR?
En ocasiones, las familias se encuentran en situación de transición, pasando de una etapa evolutiva a la siguiente. Todas las familias recorren un proceso de desarrollo y experimentan cambios a lo largo del tiempo. Esta es la forma en la que se produce el crecimiento y evolución del sistema familiar.
Las principales etapas por las que atraviesan la mayor parte de las familias son: formación de la pareja, nacimiento de hijos, entrada de estos en la adolescencia, su posterior salida del hogar y vejez o retiro de la vida activa. También formaría parte del ciclo vital familiar el divorcio, con su consecuente proceso de reconstitución familiar.
Cada cambio de etapa requiere de interacciones emocionales y relacionales distintas, y suele conllevar una crisis. Así pues, muchas familias en situación de transición, presentan dificultades para acomodarse a las nuevas circunstancias.
Hay familias a las que les toca vivir situaciones de cambio, que aunque no forman parte del ciclo evolutivo, en ocasiones aparecen provocando gran sufrimiento. Son los llamados sucesos no normativos como la enfermedad, muerte inesperada de algún miembro de la familia o la migración.
¿EN QUÉ CONSISTE?
Cualquier familia en situación de cambio, puede sufrir dificultades de adaptación que se pueden superar mediante la terapia familiar.
El psicólogo clínico, tras analizar en qué fase de desarrollo se encuentra la familia, podrá identificar cuáles son las tareas evolutivas que la familia está cumpliendo y cuáles no, convirtiéndose estas últimas en el objetivo terapéutico.
Se abordarán las dificultades que el cambio esté provocando en la familia, tanto a nivel relacional y de comunicación, como a nivel emocional, teniendo en cuenta la familia como sistema pero sin dejar de lado las vivencias individuales de cada uno de sus miembros.
¿PARA QUÉ SIRVE?
Ofrece la posibilidad de dar una lectura en clave evolutiva a los problemas, definiéndolos por tanto, como algo transitorio. En ocasiones las crisis pueden llevar a la familia a creer que no conseguirán superar el problema. El estudio de los procesos naturales de cambio dentro de cada familia y el análisis de la situación, permitirán comprender las dificultades actuales y predecir e identificar riesgos potenciales en el futuro. Este tipo de terapia posibilita que la familia dirija la mirada hacia las potencialidades y recursos con los que cuentan, y les ayudará a ponerlos en marcha sacándoles el máximo provecho.