Síntomas de la infección de orina en ancianos que quizá no conozcas

Un detalle que muchos profesionales que trabajan o han trabajado en el ámbito de la tercera edad y que resulta curioso destacar, es el efecto cognitivo y psicológico que tienen las infecciones de orina en los ancianos. Sabemos que la infección de orina en las personas se produce por un incremento de bacterias y otros microorganismos en el tracto urinario. Este incremento de bacterias puede producirse por diversos motivos: al orinar no se vacía completamente la vejiga, debido a que los músculos de esta se aflojan conforme avanza el envejecimiento. Esta orina residual puede contribuir al incremento de las bacterias.

Diferencias entre la infección de orina en el adulto y el anciano

Cuando una persona adulta sufre una infección de orina, suele experimentar los siguientes síntomas:

• Picor, ardor o dolor al orinar
• Necesidad constante de orinar
• Fuerte olor en la orina o cambio de color
• Hematuria (sangre en orina)
• Dolor pélvico y lumbar.

No obstante, no siempre estos síntomas son tan claros o están presentes en los ancianos. Si la persona adulta experimenta cualquiera de los síntomas anteriores, es probable que busque un tratamiento antibiótico antes de que la infección pueda provocarle algún problema más grave. Al no detectar una sintomatología clara de la infección de orina en ancianos, podemos encontrarnos cuadros confusionales agudos. Estos dan la voz de alarma a la hora de descartar otras patologías psiquiátricas.

Cuadro confusional agudo o delirium en el anciano con infección

Resulta relativamente frecuente observar la aparición del cuadro confusional agudo, también conocido como delirium, en personas mayores de 65 años al ser ingresadas en el hospital. También es frecuente observarlo en ancianos que sufren infección de orina, de hecho puede ser el primer síntoma que detectemos en la persona. Generalmente, el cuadro confusional agudo aparece abruptamente y dura lo que dure el proceso orgánico que haya sufrido, por lo que suele tener tratamiento. Podemos observar cambios bruscos en el carácter o la personalidad del anciano, en su conducta y comportamiento o incluso cambios a nivel cognitivo, como pérdidas de atención, lenguaje y memoria que podemos confundir fácilmente con una demencia.

Por eso, si cuidamos de una persona mayor que bruscamente empieza a mostrar un comportamiento errático o un carácter alterado, es imprescindible descartar una causa orgánica como la infección de orina.

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